Receta de Sopaipillas
Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo de reposo: 30 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Tiempo total: 1 hora
Calorías: Aproximadamente 200 kcal por porción
Raciones: 12-15 sopaipillas
Ingredientes:
Para la masa de sopaipillas:
- 🥄 2 tazas de harina de trigo (250 g)
- 🧂 1/2 cucharadita de sal
- 🥄 1 cucharadita de polvo de hornear
- 🥄 1 cucharada de azúcar (opcional, para versión dulce)
- 🧈 2 cucharadas de mantequilla o manteca
- 💧 3/4 taza de agua tibia o leche tibia (aproximadamente 180 ml)
- 🥄 Aceite vegetal para freír (suficiente para llenar una sartén o freidora)
Para el recubrimiento (opcional):
- 🥄 Azúcar y canela (para versión dulce)
- 🍯 Miel o jarabe de piloncillo (para versión dulce)
Para acompañar (opcional):
- 🥄 Miel, crema batida o chocolate derretido
- 🌶️ Salsa picante o crema agria (para versión salada)
Instrucciones para preparar:
Paso 1: Preparar la masa de sopaipillas
- Mezclar los ingredientes secos:
En un bol grande, combina las 2 tazas de harina, la sal, el polvo de hornear y el azúcar (si estás haciendo la versión dulce). Estos ingredientes secos son la base de la masa y deben estar bien integrados antes de añadir los líquidos. - Incorporar la mantequilla o manteca:
Añade las 2 cucharadas de mantequilla o manteca a la mezcla de harina. Con las manos o un cortador de pastelería, mezcla la mantequilla con la harina hasta que se forme una textura arenosa. Asegúrate de que la mantequilla se distribuya uniformemente para obtener una masa suave y homogénea. - Añadir el agua o leche tibia:
Poco a poco, vierte el agua tibia o la leche tibia sobre la mezcla de harina y mantequilla, removiendo con una cuchara o con las manos hasta que se forme una masa suave. Si es necesario, añade más líquido, una cucharada a la vez, hasta que la masa tenga una textura uniforme y flexible. - Amasar la masa:
Coloca la masa en una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 5-7 minutos hasta que esté suave y elástica. Este paso es importante para desarrollar el gluten y asegurarte de que las sopaipillas sean ligeras y esponjosas cuando se frían. - Dejar reposar:
Forma una bola con la masa y colócala de nuevo en el bol. Cubre el bol con un paño de cocina limpio y deja que la masa repose durante 30 minutos. Este reposo permitirá que la masa se relaje y será más fácil de estirar.
Paso 2: Formar las sopaipillas
- Estirar la masa:
Una vez que la masa haya reposado, colócala sobre una superficie ligeramente enharinada y, con un rodillo, estírala hasta obtener un grosor de 3-5 mm. No la dejes demasiado fina, ya que las sopaipillas deben tener suficiente grosor para inflarse y quedar esponjosas. - Cortar en porciones:
Usa un cuchillo o un cortador de pizza para cortar la masa en cuadrados, círculos o triángulos de aproximadamente 10 cm de diámetro o lado. Las formas tradicionales suelen ser cuadradas o triangulares, pero puedes hacerlas del tamaño que prefieras. Recuerda que, cuanto más pequeñas, más fácil será freírlas y manejarlas.
Paso 3: Freír las sopaipillas
- Calentar el aceite:
En una sartén profunda o una freidora, calienta suficiente aceite vegetal para cubrir las sopaipillas mientras se fríen. La temperatura ideal del aceite es de 180°C (350°F). Si no tienes un termómetro de cocina, puedes probar la temperatura del aceite dejando caer un pequeño trozo de masa. Si el trozo sube a la superficie y burbujea, el aceite está listo. - Freír las sopaipillas:
Coloca las sopaipillas en el aceite caliente, friendo unas pocas a la vez para no sobrecargar la sartén. Fríelas durante 1-2 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y se inflen ligeramente. Voltéalas con una espumadera o tenazas para asegurar que se doren de manera uniforme. - Escurrir el exceso de aceite:
Una vez que las sopaipillas estén doradas, retíralas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Repite el proceso con las demás sopaipillas, asegurándote de mantener la temperatura del aceite constante.
Paso 4: Añadir recubrimiento y servir
- Versión dulce (opcional):
Si prefieres la versión dulce, mezcla en un bol azúcar con canela y, mientras las sopaipillas aún están calientes, pásalas por la mezcla para recubrirlas bien. Esto les dará un delicioso toque dulce y aromático. También puedes rociarles un poco de miel o jarabe de piloncillo antes de servirlas. - Versión salada (opcional):
Para una versión salada, puedes servir las sopaipillas sin azúcar, acompañadas de salsa picante, crema agria o incluso guacamole. La versatilidad de las sopaipillas permite que puedan disfrutarse tanto en versiones dulces como saladas, dependiendo de tus preferencias.
Paso 5: Servir las sopaipillas
- Servir calientes:
Las sopaipillas son mejores cuando se sirven calientes y crujientes. Colócalas en un plato grande para compartir, acompañadas de miel, crema batida, chocolate derretido o tus acompañamientos preferidos, dependiendo de si las hiciste dulces o saladas. - Acompañamientos opcionales:
Si prefieres un postre más indulgente, sirve las sopaipillas con una bola de helado de vainilla o un poco de nata montada. Para una versión más salada, acompáñalas con salsa picante o un guiso como chile con carne.
Consejos adicionales:
- La temperatura del aceite:
Para lograr sopaipillas perfectas, es fundamental mantener el aceite a la temperatura adecuada. Si el aceite está demasiado frío, las sopaipillas absorberán demasiado aceite y quedarán grasosas. Si está demasiado caliente, se dorarán por fuera muy rápido y quedarán crudas por dentro. Usa un termómetro de cocina para asegurarte de que el aceite se mantenga a 180°C (350°F). - Sopaipillas más ligeras:
Para que las sopaipillas queden ligeras y aireadas, es importante no amasar la masa en exceso. Amasa solo lo necesario para que la masa esté suave y elástica. Si amasas demasiado, puedes desarrollar mucho gluten y las sopaipillas quedarán duras. - Tamaño de las sopaipillas:
Las sopaipillas tradicionales suelen ser pequeñas, pero puedes hacerlas más grandes si lo prefieres. Solo recuerda ajustar el tiempo de cocción en función del tamaño para que se cocinen de manera uniforme. - Congelar la masa:
Si te sobra masa, puedes congelarla. Simplemente forma las sopaipillas, colócalas en una bandeja y congélalas por separado. Luego, guárdalas en una bolsa de congelación y fríelas directamente desde el congelador cuando quieras disfrutarlas. Solo necesitarás agregar un poco más de tiempo de cocción.
Variaciones de la receta:
- Sopaipillas de calabaza:
En algunas regiones de México y otros países de América Latina, las sopaipillas se hacen con puré de calabaza. Para hacer esta versión, agrega 1/2 taza de puré de calabaza a la masa antes de añadir el agua. Esto le dará a las sopaipillas un sabor ligeramente dulce y una textura más suave, perfecta para el otoño. - Sopaipillas rellenas:
Si quieres hacer algo más especial, puedes rellenar las sopaipillas antes de freírlas. Algunos rellenos populares incluyen frijoles refritos, queso, o incluso dulce de leche para una versión dulce. Simplemente coloca una pequeña cantidad de relleno en el centro de un cuadrado de masa, dobla la masa y sella los bordes antes de freír.
Historia de las sopaipillas:
Las sopaipillas tienen
una larga historia en la cocina latinoamericana y, aunque son especialmente populares en México, se pueden encontrar en varios países de América del Sur, como Chile y Argentina. Se cree que su origen proviene de la influencia española y árabe, ya que las masas fritas son comunes en muchas culturas del Mediterráneo.
En México, las sopaipillas son una delicia tradicional que se disfruta tanto como postre como en versiones saladas. En algunas regiones, son un plato popular durante celebraciones y festividades. Su versatilidad y simplicidad las han convertido en una opción popular para aquellos que buscan un postre rápido y fácil, o una sabrosa adición a cualquier comida.
Acompañamientos sugeridos:
- Café o chocolate caliente:
Para acompañar las sopaipillas dulces, no hay mejor opción que un buen café negro o un chocolate caliente espeso. Estos acompañamientos resaltan el sabor dulce y crujiente de las sopaipillas y son perfectos para las mañanas o tardes frías. - Salsa o guacamole:
Las sopaipillas saladas se disfrutan mejor con salsa picante o un buen guacamole casero. También puedes servirlas con crema agria o un poco de queso fresco desmenuzado. - Miel o piloncillo:
La versión tradicional de las sopaipillas dulces a menudo se sirve con miel o un jarabe hecho de piloncillo (azúcar de caña no refinada). El contraste entre el hojaldre crujiente y la miel pegajosa es absolutamente delicioso.
Las sopaipillas son un postre versátil y delicioso que se puede adaptar tanto a versiones dulces como saladas. Perfectas para cualquier ocasión, estas pequeñas delicias fritas son fáciles de preparar y siempre resultan un éxito en la mesa. Ya sea que las sirvas como postre o como acompañamiento, ¡las sopaipillas son una receta tradicional que nunca pasa de moda!