⏰ Tiempo de preparación: 30 minutos
⏰ Tiempo de cocción: 10 minutos
⏰ Tiempo de refrigeración: 4 horas
⏰ Tiempo total: 4 horas y 40 minutos
🍽️ Raciones: 8
🔥 Calorías: Aproximadamente 450 kcal por porción
Ingredientes:
Para la base de galleta:
- 🍪 200 gramos de galletas Biscoff (o galletas tipo speculoos)
- 🧈 100 gramos de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno de cheesecake:
- 🧀 400 gramos de queso crema, a temperatura ambiente
- 🍶 200 ml de nata para montar (mínimo 35% de grasa)
- 🍓 250 gramos de fresas frescas, lavadas y cortadas en trozos pequeños
- 🍬 100 gramos de azúcar glas
- 🥄 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 🍋 2 cucharadas de jugo de limón
Para la cobertura:
- 🍓 200 gramos de fresas frescas, cortadas por la mitad
- 🥄 2 cucharadas de mermelada de fresas
- 🧊 1 hoja de gelatina (opcional, para un acabado más firme)
Cómo preparar:
- Preparar la base de galleta:
- Triturar las galletas: Coloca las galletas Biscoff en un procesador de alimentos o una bolsa de plástico resistente y tritúralas hasta que se conviertan en migas finas. Si no tienes un procesador, también puedes usar un rodillo para aplastar las galletas dentro de la bolsa. Lo importante es que las migas sean finas y uniformes para obtener una base firme.
- Mezclar con mantequilla: Derrite la mantequilla sin sal en el microondas o en una cacerola pequeña a fuego bajo. Luego, en un bol grande, mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas y tengan una textura similar a la arena mojada. La mantequilla es fundamental para compactar la base y darle ese delicioso sabor a Biscoff.
- Formar la base: Forra la base de un molde desmontable (aproximadamente 20 cm de diámetro) con papel de hornear. Vierte la mezcla de galletas y presiona con firmeza con el dorso de una cuchara o con el fondo de un vaso. Asegúrate de que la base esté bien compacta y nivelada. Coloca el molde en el refrigerador durante al menos 15 minutos para que la base se endurezca mientras preparas el relleno.
- Preparar el relleno de cheesecake:
- Batir el queso crema: En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar glas y el extracto de vainilla. Es importante que el queso esté a temperatura ambiente para que se mezcle fácilmente y obtengas una textura suave. Usa una batidora eléctrica para mezclar a velocidad media hasta que la mezcla esté suave y cremosa. Esto puede llevar unos 3-4 minutos.
- Incorporar la nata: En un bol separado, monta la nata para montar hasta que se formen picos suaves. Debe estar bien fría para que monte correctamente. Una vez lista, agrégala poco a poco a la mezcla de queso crema, usando una espátula para integrar con movimientos envolventes. Esto ayudará a que el cheesecake tenga una textura ligera y aireada.
- Añadir las fresas: Corta las fresas frescas en trozos pequeños y agrégalas a la mezcla. También añade el jugo de limón, que además de realzar el sabor de las fresas, ayuda a que el relleno tenga una textura más firme. Mezcla bien para que las fresas se distribuyan de manera uniforme por todo el relleno.
- Montar el cheesecake:
- Verter el relleno: Saca el molde con la base de galleta del refrigerador y vierte el relleno de cheesecake sobre la base. Usa una espátula para alisar la superficie y asegurarte de que el relleno quede distribuido de manera uniforme.
- Enfriar: Cubre el molde con papel film y lleva el cheesecake al refrigerador. Debe enfriarse durante al menos 4 horas, pero si es posible, déjalo toda la noche para que el relleno cuaje y los sabores se intensifiquen. La paciencia es clave para obtener un cheesecake perfectamente firme y delicioso.
- Preparar la cobertura de fresas:
- Cortar las fresas: Lava y seca bien las fresas. Córtalas por la mitad para la decoración. Si prefieres un acabado más elegante, también puedes cortarlas en láminas finas.
- Mermelada y gelatina (opcional): Calienta la mermelada de fresas en una cacerola pequeña a fuego bajo. Si deseas una cobertura más firme, remoja una hoja de gelatina en agua fría durante 5 minutos. Luego, escúrrela y agrégala a la mermelada caliente. Mezcla bien hasta que la gelatina se disuelva por completo. Este paso es opcional, pero le da a la cobertura un brillo y firmeza que hace que el cheesecake luzca espectacular.
- Cubrir con fresas: Una vez que el cheesecake haya cuajado, saca el molde del refrigerador y coloca las fresas cortadas en la parte superior. Vierte la mermelada de fresas con gelatina (si la has usado) sobre las fresas para darles brillo y fijarlas en su lugar.
- Desmoldar y servir:
- Desmoldar cuidadosamente: Antes de desmoldar, pasa un cuchillo caliente alrededor del borde del cheesecake para despegarlo de los lados del molde. Abre el molde desmontable con cuidado y retira el cheesecake. Coloca el cheesecake en un plato para servir.
- Cortar las porciones: Para cortar las porciones, usa un cuchillo limpio y caliente (puedes pasarlo por agua caliente y secarlo). Esto hará que los cortes sean más limpios y precisos, especialmente con la capa de fresas y la base crujiente.
Consejos y variaciones:
- Variedad de galletas: Si no encuentras galletas Biscoff, puedes usar galletas María, galletas de avena o cualquier tipo de galleta crujiente de tu elección. Cada tipo de galleta aportará un sabor diferente a la base.
- Queso crema: Es fundamental que el queso crema esté a temperatura ambiente antes de mezclarlo. Si está demasiado frío, puede formar grumos y dificultar la mezcla. Además, usa queso crema de buena calidad para un sabor más auténtico y cremoso.
- Fresas frescas: Las fresas frescas son ideales para esta receta, pero si no están en temporada, puedes usar fresas congeladas. Asegúrate de descongelarlas y escurrir el exceso de agua antes de incorporarlas al cheesecake.
- Refrigeración: El tiempo de refrigeración es crucial para que el cheesecake cuaje y mantenga su forma. Si lo cortas antes de tiempo, el relleno puede estar demasiado suave. ¡Espera al menos 4 horas para obtener los mejores resultados!
- Personalización: Puedes cambiar la fruta de la cobertura según la temporada. Frutas como frambuesas, moras, arándanos o incluso una mezcla de frutas del bosque le darán un toque diferente y delicioso a tu cheesecake.
- Decoración adicional: Para un toque extra, añade virutas de chocolate blanco, ralladura de limón o unas hojas de menta fresca sobre las fresas antes de servir. Esto realzará la presentación y aportará un contraste de sabores.
- Almacenamiento: Guarda el cheesecake en el refrigerador y consúmelo en un plazo de 3-4 días para disfrutar de su frescura. También puedes congelarlo si deseas conservarlo por más tiempo; simplemente cúbrelo bien con papel film y descongélalo en el refrigerador cuando quieras consumirlo.
Este “Biscoff Strawberry Cheesecake” es una deliciosa combinación de la textura crujiente de las galletas Biscoff, la cremosidad del relleno de queso y la frescura de las fresas. Perfecto para cualquier ocasión especial o para consentirte con un postre refrescante y lleno de sabor. ¡A disfrutar! 🍓🍰
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